LA COVA DE LES BRUIXES
Fecha: 15/03/2009
Lugar de inicio: Km 10,9 ctra. Pollensa – Lluch (finca de Mortitx)
Altitud inicio: 370m s.n.m.
Itinerario: Mortitx, la Coma, voltas de l´Ullastre, Pla de ses Verges, pas de sa Roca Llisa, pas des Pinató, pas des Forat, font de sa Caleta, Rafal d´Ariant, voltas de l´Ullastre, la Coma, Mortitx.
Lugar de finalización: Mortitx
Altitud finalización:370m s.n.m.
Altitud máxima: 400m s.n.m. Mortitx
Altitud mínima: 15m s.n.m. pas des Pinató.
Tiempo real de ruta: 8h 15´
Componentes: Maria Antonia, Eusebio y Arnau
Dificultades del trayecto: el acceso al “pas de sa Roca Llisa”, “es Pas des sa Roca Llisa”, descenso al litoral hasta “sa font de sa Caleta”.
Distancia:****
Recorrido:**** tramos *****
Trayecto:**** tramos *****
Itinerario:*****
DESCRIPCION
Esta excursión se inicia en el término de Escorca donde están situadas las casas de Mortitx, pero rápidamente abandonamos este municipio para transitar por el de Pollensa.
Se trata de un duro recorrido de no más de 14 km que exige una buena forma física y orientación, así como la interpretación de cartas topográficas para poderla llevar a buen fin si no conocemos el recorrido. No existen caminos en el ochenta por ciento de la ruta, muchos de los tramos no están señalizados, y las superaciones de pasos por zonas verticales tanto de ascenso como de descenso son complicadas. En definitiva, en esta ruta se exige un grado elevado de sacrificio que tenemos que estar dispuestos a asumir, y otro de de experiencia.
No está de más llevar una cuerda de unos quince metros y algún mosquetón, para asegurarse en algunos pasos, si bien no es del todo necesario, puede serlo para alguno de los acompañantes a los que llevemos por tan inhóspitos terrenos. Por último, dado que no existe camino y los hitos son difíciles de localizar, desistir en caso de niebla, el lugar esta lleno de grietas y rocas con afilados cortes, abundante carrizo que oculta el terreno que vamos a pisar y todo ello rodeado de verticales acantilados.
Dejaremos el coche aparcado junto a la entrada del predio de “Mortitx”, en el Km 10,9 de la carretera que une Pollensa con Lluch, junto a la entrada principal existe un “botdor” de madera que una vez superado nos sitúa en el encinar junto a la pista que conduce a las casa y a los viñedos, caminaremos por esta pista hasta llegar al recinto de las casas que nos caen a mano izquierda, a la derecha un cerramiento con viñedos y el característico acueducto de “Mortitx”, que en su día canalizaba el agua de un viejo pozo hasta lo que fue el huerto de la finca.
Justo donde está situado el pozo hay una barrera metálica que nos da acceso a otro campo cultivado de viña, cruzadas las barreras el camino va pegado a la pared hasta dar de frente con otra donde giraremos noventa grados a la izquierda para seguir el camino hasta el encinar que se divisa al otro lado de los viñedos. Situados junto al encinar veremos uno “botador” de madera que deberemos superar; al otro lado de la pared y paralela a la misma sale un senderillo hacia la derecha que desemboca en un viejo camino de carro, tomaremos este por la izquierda y a tan solo veinte metros encontramos un desvío que nos sale a la derecha que no debemos tomar, unos cien metros mas adelante encontramos una gran “fita” hito a nuestra derecha, en este punto debemos tomar un sendero que veremos a la derecha. (foto 1)
Ahora seguimos una estrecha senda cubierta de carrizo, que en bajada nos lleva hasta un huerto de viejos olivos, con los bancales cubiertos de maleza, el lugar recibe el nombre de “la Coma”. El camino que desciende a “la coma”, se desliza por una especie de torrentera entre carrizo y matorral marcado con “fites” que en ocasiones no se dejan ver debido a la tupida vegetación, pero sin perdida posible llegamos hasta la llanura que se deberá recorrer de sur a norte finalizando en una pared de cerramiento con un viejo “botador” de madera y unas barreras metálicas por las que deberemos cruzas al otro lado. (foto 2).
Ya en el otro lado de la verja metálica, una estrecha senda nos adentra en el típico paisaje de estos parajes, rocas, peñascos y carrizo, los árboles brillan por su ausencia.
Siguiendo el sendero, difícil de ver pero bien marcado con hitos situados sobre peñascos elevados del manto de carrizo, nos lleva a situarnos sobre un collado que veíamos a lo lejos y desde donde por primera vez vemos el azul del mar, algo a la izquierda distinguimos “es bec d´Oca”, una especie de “penyal bernat” que se eleva sobre el mismo lecho del torrente de “Mortitx”.
Desde aquí y bordeando el acantilado de nuestra derecha, nos dirigimos a otro collado que tenemos al norte, siempre por un tenue camino bien marcado por hitos.
Desde este collado la panorámica está mucho mas definida, pudiendo contemplar los carrizales, marcados por viejas paredes de cerramiento, que rodean las derruidas casas de “es Rafal d´Ariant”, junto al mar y cayendo sobre él las dos moles que encierran el valle, “es Musclo des Llorer” y “es Musclo de ses Cordes”.
Ahora debemos dirigirnos a la derecha y en descenso hacia el inicio de “ses Voltes de l´Ullastre”, sabremos que estamos en el lugar por la presencia de una vieja rejilla sujeta a un viejo tronco de olivo en el extremo de una vieja pared casi inexistente; pasando al otro lado de la rejilla y siguiendo las “fites” y marcas de pintura roja en las rocas, descenderemos hasta confluir con el camino que se dirige al “Rafal d´Ariant” desde el valle “d´Ariant”. Deberemos tomar el camino a la derecha, en dirección contraria al “Rafal”, nos dirigimos a un collado que se ve a lo lejos.
En este tramo hasta lo alto del collado, es donde mejor se ve el camino, mas ancho y mejor marcado, incluso hay tramos en los que todavía se ve el empedrado original.
El collado se encuentra a 364m de altura y se dispone de una buena vista sobre las dos vertientes, retrospectivamente vemos el camino que nos ha traído hasta aquí, contemplando el itinerario final del “Torrent de Mortix” y “sa Coma de ses Truges”; por la otra vertiente y por donde vamos a andar a partir de ahora “es Pla de ses Verges”, al fondo las siluetas inconfundibles de “es Puig Gros de Ternelles” y “es Pa de Figa d´Ariant”, a la derecha la “Serra de Pedruixella” custodiando “la Malé”.
Descendemos al “Pla de ses Verges”, ahora por camino poco definido y que se diluye por completo en el mar de carrizo que tenemos por delante, también los hitos son menos frecuentes, deberemos levantar la vista de vez en cuando para localizarlos, situados sobre alguna roca que sobresale del manto verde.
Siguiendo las señales de piedra, llegamos a un lugar donde el valle se encajona entre unos peñascos y desde donde se divisa, mirando hacia la sierra de “Pedruixella” un trozo del viejo camino sostenido sobre una pared; si giramos la vista dejando el camino a nuestra espalda, podremos ver una brecha entre grandes peñascos y a la derecha de estas una “fita” colocada sobre una gran roca (foto 4), algo mas al fondo se puede divisar otra, hacia ella deberemos dirigirnos abandonando el camino, que de seguirlo nos llevaría a “la Malé”.
Una vez hemos llegado a la primera “fita” vemos perfectamente la siguiente en el lado derecho del desfiladero que comienza justo delante de donde estamos situados, no se trata realmente de un desfiladero como al principio se piensa, es el inicio del descenso de un pequeño torrente, lo salvamos por su lateral derecho en sentido de descenso sin dificultad, salvado este pequeño tramo nos deslizamos por una inclinada pendiente hasta el fondo de un pequeña hondonada. La bajada se hace por donde mejor nos parezca, de vez en cuando aparece algún hito, se trata de llegar al fondo del valle para dirigirnos luego al final del mismo en dirección norte. En el centro del valle se ve el surco de un pequeño torrente, se trata de seguir el curso del mismo hasta llegar a unas formaciones rocosas que se ven al final y por donde se precipita el torrente que seguimos.
Llegamos al final del valle topando con una pared de rocas, en el centro vemos un paso formando un estrecho desfiladero, que no es mas que el paso que el torrente se abre paso para seguir descendiendo. Ahora deberemos dirigirnos al cauce y descender por el mismo, para ello deberemos salvar algunos “gorgs”, cavidades producidas por el salto del agua, primero descendiendo a los mismos para luego treparlos y salir de ellos, pero los saltos se hacen cada vez mas profundos debiendo abandonar el cauce por el lateral derecho, caminando por las inclinadas paredes y sobre rocas afiladas como cuchillas hasta la salida de este tramo, desembocando en una verde explanada unos treinta metros por debajo de donde estamos situados.
El tramo tiene unos doscientos metros, pero de difícil recorrido, ahora deberemos bajar a la pequeña llanura donde se puede divisar un hito sobre una roca y al que deberemos dirigirnos como buenamente podamos, sorteando rocas y carrizo.
Una vez situados en la “fita” que se veía desde lo alto, ojearemos hasta encontrar la siguiente, que esta en dirección noreste, una vez lleguemos al siguiente hito veremos el próximo a poca distancia y hacia el único sitio donde podemos dirigirnos por una corta y estrecha vaguada.
Descendida la vaguada nos encontramos de frente con unas altas rocas y sobre la cual está situada una “fita”, pero el estrecho lugar nos obliga a girar a la izquierda y metemos en una estrecha canal con un hito a cada lado situados en lo alto de las rocas en las que nos hallamos metidos. Caminando unos pasos nos encontramos con un salto de entre cinco y seis metros, formado por una estrecha chimenea con cierto grado de dificultada y que debemos superar para seguir nuestra ruta. Podemos superar este paso haciendo cuña, pero la pared esta llena de finas aristas entre los surcos que ha formado el agua al deslizarse por la pared rocosa, lo que impide el apoyo de la espalda, por lo que se hace recomendable intentar descender buscando el apoyo de los pies encajonando estos en los surcos e intentar buscar alguna presa de mano. (foto 5).
Una vez superado este tramo nos encontramos en otro corto rellano desde donde podemos contemplar las verticales paredes de “es Cingle Verd” que desde el valle “d´Ariant” caen al mar.
Ahora el avance es lento, situados en este otro escalón del descenso debemos buscar algún indicador que nos oriente y nos lleve al siguiente paso. Un poco a la derecha veremos un hito, al llegar al mismo, por inercia seguimos recto en dirección al vacío donde veremos una pequeña brecha en la roca, situados al comienzo de la misma vemos a la izquierda una canal llena de vegetación que desciende con mucha inclinación y que de pronto finaliza en lo que debe ser el inicio del acantilado que cae sobre la costa, si nos acercamos al borde del acantilado se ve una “fita” situada sobre una roca saliente de la inclinada pendiente unos diez metros mas abajo, a la derecha una inmensa placa de roca lisa por el efecto de la bajada del agua y que se inicia a los pies de un enorme acantilado rojizo que se yergue por encima de donde estamos situados. Al fondo y donde finaliza esta gran placa se ve una zona de grandes desprendimientos, debemos llegar a este punto.
Una vez visualizado el descenso que tenemos por delante, y teniendo una idea del tramo total para llegar al “Pas de sa Roca Llisa”, debemos retroceder unos pasos para poder llegar al inicio del descenso.
En sí, el paso tan solo tiene un tramo de unos veinticinco metros de verdadero riesgo, cuando se cruza en sentido horizontal la placa de roca lisa.(foto 7)
Abandonado el mirador natural donde hemos estado observando el próximo tramo, debemos fijarnos a mano izquierda, encarando el acantilado rojo, veremos una “fita” sobre una roca, debemos dirigirnos a ella, desde esta veremos otra mas arriba y a menor distancia del acantilado rojizo, ahora debemos buscar la siguiente que está a la izquierda sobre un pequeño collado.
Una vez nos situemos en el collado, vemos la vertiente que desciende hacia el mar por el lateral de la gran placa de roca inclinada y que da nombre al paso.
Descenderemos entre roca y carrizo hasta situarnos sobre un saliente desde donde se puede contemplar el vacío, a la derecha la gran placa con una inclinación casi vertical y justo debajo de ella la zona de grandes desprendimientos. En este punto debemos subir unos metros por la izquierda, dando la espalda a la gran placa de roca, es decir en dirección opuesta a los desprendimientos; una vez situados en lo alto del saliente donde estamos, veremos que pegado al pequeño acantilado que tenemos por encima y algo mas abajo de donde estamos situados hay una estrecha senda (foto 6) y una “fita”, además se ve un tramo del antiguo camino sostenido sobre una pequeña pared de piedras, debemos tomar esta dirección.
El estrecho camino pegado al acantilado se dirige a una gran mata que deberemos pasar por su parte trasera, al salir de la mata vemos otro hito y justo debajo a cuatro metros de este otro arrimado a la cornisa sobre el vacío; este último es el que veíamos desde la parte de arriba cuando nos asomábamos para visualizar el descenso; situado en este último hito deberemos girar a la derecha, ahora en dirección a la placa de roca, pasamos por detrás de otra mata y saliendo de ella nos damos de frente con el tramo de placa que debemos superar. Los veinticinco metros de placa se hacen horizontalmente con algo de inclinación descendente, la dificultad está en lo liso de la superficie y en las pocas presas de mano para apoyarse en caso de una deslizada, debemos asegurar los apoyos de pies para superar el paso y situarnos al otro extremo en un pequeño sendero que se inicia junto a una mata. En caso de lluvia o con el piso mojado, se debe desistir del intento si no se va debidamente asegurado.
Concluido el “Pas de sa Roca Llisa” y situados en la zona de grandes rocas de desprendimientos, justo a los pies del acantilado que tenemos por encima, se trata de descender por la vaguada en dirección al mar y por el lado del acantilado que tenemos a la izquierda. La bajada hasta la costa no es fácil, sin camino, y por una pendiente con una inclinación de 60º, y sin indicadores, pero tampoco hacen falta, debemos dirigirnos a la izquierda donde el acantilado finaliza en el azul del mar.
Casi al final de la vaguada vemos un pino solitario colgado del acantilado, hay que dirigirse hacia él. (foto 8)
A medida que nos acercamos a la orilla y en dirección al pino, nos volvemos a encontrar algún indicador “fitas” que nos acercan al siguiente paso; los indicadores nos sitúan debajo del gran pino a los pies del acantilado.
Desde aquí se puede contemplar por primera vez el “Musclo de ses Cordes” que alberga “sa Cova de les Bruixes”, elevado 228m sobre el azul intenso del mar. Panorámica impresionante.
Situados debajo del gran pino, vemos que a nuestra altura y delante de nosotros existe otro pino más pequeño al que debemos dirigirnos por una estrecha cornisa; hemos llegado al “Pas des Pinató”. (foto 9)
Superada esta pequeña cornisa de unos cuatro metros de longitud, llegamos a un rellano y desde donde deberemos descender una pared de roca negra de unos tres metros de altura. Se nota que este tramo de roca ya esta castigada por el oleaje de los vientos de tramontana, es un paso que no presenta ninguna dificultad, tanto las presas de mano como de pies son muy seguras y la altura de unos tres metros. Situados en la parte inferior del paso, nos encontramos en la zona mas baja de la excursión, a tan solo unos metros del agua.
Ahora vamos a caminar por el litoral rocoso ganando altura poco a poco, para situarnos sobre los cincuenta metros de altitud sobre el mar y seguir los hitos que van apareciendo y que se dirigen inexorablemente a nuestro destino “sa cova de les Bruixes”.
El trayecto sin ser complicado entraña su riesgo, por lo inclinado de la ladera y lo resbaladizo del piso, lleno de grava.
Al fondo podemos ver una punta de roca que se adentra en el mar, donde comienza el saliente existe una cueva, mas bien un agujero y sobre este a unos cuarenta metros de altura una cresta, nos dirigimos a la cresta, se trata del último paso con complicaciones antes de llegar a nuestro destino. (foto 10) Situados en la base del paso, estamos encima de la cavidad marina; la pendiente hasta el mar es de más de cincuenta metros de altura casi verticales y el paso que debemos superar debe tener unos cinco metros por encima de nuestras cabezas, hay buenas presas pero hay que asegurarse de que la roca que elegimos sea firme, el terreno se descompone con facilidad. El riesgo no está en los metros que nos separan de la base hasta la parte superior, sino en el resto del vacío que hay desde la base hasta el mar.
Superado este último obstáculo tan solo nos queda caminar por las inclinadas pendientes en ligera pero continuada ascensión, por terreno de piedras sueltas y abundante carrizo, podemos buscar el mejor trayecto si vamos siguiendo los hitos que van apareciendo a medida que avanzamos.
Llegando a nuestro próximo destino, “sa Font de sa Caleta”, la estrecha senda pasa por el centro de unos bloques de roca que forman un túnel, “es Pas des Forat”, luego se arrima a las rocas suspendidas en la inclinada pendiente y al vacío, se deberá estar atento y esmerar el cuidado, un tropiezo o resbalón puede resultar fatal, la distancia al fondo de la inclinada pendiente es de más de cien metros.
Pasado este tramo tan solo resta descender hasta una gran roca que se divisa claramente veinte metros por debajo de nuestra situación, la cavidad que forma la misma ha propiciado hacer un refugio utilizado por pescadores, vistos los utensilios que allí se encuentran. Una terraza con piedras muy bien dispuestas, hacen de pared al balcón que da a la cala. También con piedras han formado unos bancos e incluso una mesa, todo ello al resguardo de la lluvia por el porche natural que ofrece la gran roca. Como colofón, mirando al mar, a la derecha esta la fuente, emanando un chorrito de fría agua que se agradece después del largo recorrido realizado.
Para emprender el tramo final de la ruta, debemos salir del lugar por el lado opuesto por el que hemos entrado encarando el “Coll de sa Caleta”, una loma tupida de carrizo que nos acerca a “sa Font de s´Hort des Rafal”, todo este tramo ya por caminos mas o menos definidos y sin ninguna dificultad. Llegamos a la fuente después de cruzar una torrentera, la mina esta cubierta por una cúpula de piedras, el agua de su interior está enfangada y no es aconsejable beberla, puesto que el ganado entra en su interior para saciar su sed pisando la charca sin remilgos.
Desde la fuente por un camino entre carrizal nos conduce hasta las casas de “es Rafal d´Ariant”. Es una pena el estado lamentable en que se encuentra la edificación, que sería sin duda un buen lugar par hacer un refugio de montaña.
Desde las casas se puede ver el trayecto que nos queda hasta llegar a la cima del altiplano que tenemos en frente, debiendo recorrer la empinada pendiente de “ses voltes de l´Ullastre”. Se trata de un corto trayecto lleno de curvas para superar los 200m de desnivel en poco más de 1 km.
Se trata de un camino de herradura que conducía a “sa Torra d´Ariant”, desaparecido en su mayor parte salvo al final, justo cuando pasa por debajo de los riscos y que nos sitúa a unos metros de la cuesta que nos acerca a la rejilla que se tuvo que saltar al comienzo del trayecto.
Situados al final de la subida, hay que prestar atención a nuestra derecha, andados unos pasos por terreno llano encontramos una flecha de pintura roja en una roca, si tomamos la dirección de la flecha, en un par de minutos toparemos con la famosa rejilla soportada por un tronco de olivo; cruzada la misma estamos de nuevo en el camino que al inicio de la excursión nos trajo hasta aquí, por tanto en este punto damos por concluido el circulo de la ruta, tan solo queda recorrer el tramo inicial para llegar primero a “la Coma de Mortitx”, a la que se accede por la barrera metálica, y luego a la carretera de Pollensa a Lluc..
ruta marcada en verde oscuro
(foto-1) hito que nos marca la senda a seguir
la Coma
(foto-2)
Hola Arni, soy Manolo Barranco de www.serradetramuntana.eu
ResponderEliminarHoy precisamente he estado en esta misma zona, pero hemos realizado la vuelta fácil, ya que normalmente intentamos hacer las salidas matinales.
Pero esta ruta tal y como la habéis hecho me ha gustado mucho.
¿La hicísteis con GPS?
¡Enhorabuena¡ y salud para muchas rutas.
Mi e-mail mbarrancof@gmail.com
Hola Manuel, encantado de tu visita, yo también sigo tu W. No, siento decirte que por entonces nuestro Trac-man (Eusebio)todavía no tenia el GPS. Esta ruta la descifré con el mapa Alpina y algunas fotos y sobre todo lo que más nos gusta, TRESCAR. Pero si puedo ayudarte en algo no dudes en ponerte en contacto.
EliminarUn saludo
Gracias por el ofrecimiento.
ResponderEliminarSaludos.