Fecha: 24/02/2008
Situada en el término de Valldemossa, esta altiplanicie que se eleva sobre el valle de son Brondo por su cara norte y sobre el pueblo de Esporlas por la sur, es la primera formación montañosa que nos encontramos saliendo de Palma en dirección a Valldemossa. La mola se extiende por el este hasta el “puig des Boixos” y por el oeste a la “mola de son Ferrandell”.
Lugar de inicio: s´Estret (ctra. Palma Valldemossa Km.15)
Itinerario: s´Estret de Vallemosa, puig des Boixos, mola de son Pacs, mola de son Ferrendell, coll de Sant Jordi, son Brondo, s´Estret de Valldemossa.
Finalización: s´Estret de Valldemossa
Altitud inicio: 230m snm
Altitud finalización: 230m snm
Altitud máxima: 700m snm mola de son Ferrandell
Altitud mínima: 230m snm s´Estret
Tiempo total invertido: 4h 30´
Componentes: Arnau
Dificultades en el trayecto: solo iniciar la andadura, se asciende al “Puig des Boixos” por un camino que hay que buscar continuamente y de muchísima inclinación por un terreno resbaladizo, en algunos pasos debemos ayudarnos con las manos. En la “mola de son Ferrandell” el camino se pierde con facilidad, el resto son caminos bien marcados y en ocasiones anchos.
Distancia: **
Recorrido: *** al inicio hasta la pista des Puig des Boixos: ****
Trayecto: *** al inicio hasta la pista des Puig des Boixos y la localización del paso de bajada de sa mola de son Ferrendell: ****
Itinerario: ***
DESCRIPCION
Dejamos el coche en “s´Estret” de la carretera Palma – Valldemossa, antes de cruzar el puente sobre el torrente “d´Avall”, a mano izquierda encontramos un buen lugar para aparcarlo, se trata de un tramo de la antigua carretera y el desvío a “son Brondo”. Justo en frente de donde aparcamos hay un camino asfaltado que conduce a la finca de “son Brondo”, hoy hotel rural, y a su izquierda vemos una apertura en la pared seca, y por donde se vislumbra un camino que se adentra en el encinar que domina el lugar, este es el camino que se debe tomar.
El camino comienza a ascender, al principio suavemente por el frondoso encinar a las faldas del “Morro de sa Bombarda”, montaña que tenemos justo encima, muy frecuentada por los amantes de la escalada.
Llegamos a un “rotllo de sitja” y los resto de una cabaña de “carboner”. A la derecha, justo antes de llegar vemos un estrecho sendero que sube inclinadamente pasando cerca de una gran roca desprendida de los acantilados que tenemos justo encima. En esta gran roca vemos una marca roja que señala el camino.
A partir de aquí, sin treguas, el camino coge una gran verticalidad entre hojarasca y piedrecillas, endureciendo la marcha, además el camino se pierde constantemente, por lo que hay que ir atentos, alguna “fita” hito, nos recuerda que vamos bien encaminados.
Llegamos a un punto donde el camino parece concluir; un acantilado nos impide seguir ascendiendo, vemos un hito justo al pie del acantilado y lo que parece ser un paso que se introduce en una hendidura de la propia roca, es un paso que no entraña gran dificultad, una vez superados lo primeros metros encontramos un recodo para iniciar el segundo tramo, para poder pasar este obstáculo deberemos ayudarnos con las manos, pero sin ningún peligro.
Finalizado vemos un estrecho sendero que recorre el encinar pegado al acantilado sobre una inclinada pendiente poblada de encinas y grandes rocas desprendidas.
Llegamos a lo que parece ser el final de la ascensión, un gran rellano con un “rotllo de sitja”, los restos de una cabaña y un gran abrevadero hecho de piedra, se nos aparece delante del camino, es la primera vez que podemos contemplar la vista que hasta el momento nos impedía el bosque, divisamos Valldemossa a lo lejos y el valle de “son Brondo”, justo debajo.
A la izquierda del abrevadero vemos un estrecho sendero, que es el que se debe tomar y que en un instante nos sitúa en un ancho camino de carro sostenido sobre pared seca. Hacia la derecha el camino baja y conduce de nuevo al fondo del valle cerca de “sa font des Obits”, a la izquierda, enlaza con la pista forestal que conduce a las casas de “son Pacs”. Debemos coger este último hasta que nos encontremos a nuestra derecha un sendero marcado con un hito, este camino nos acercará hasta un pared seca que divide la finca de “son Pacs” y la de “son Brondo”, deberemos saltar la pared por un “botador de piedra, al otro lado de la pared, el camino continua y en descenso nos lleva hasta una pista forestal.
Esta pista se inicia en las casas de “son Pacs”, lleva a las casas del bosque, y por el otro lado de la montaña, vuelve a las casas.
Se debe tomar a la derecha.
Aproximadamente hace tres cuartos de hora que se inició la marcha y hemos ascendido 310m, pero la ascensión inicial no ha concluido, ahora se transita por buen camino, pero no exento de inclinación. Pasada la primera curva a la izquierda, en un rellano, vemos unas edificaciones abovedadas, con un aljibe tapado y una pequeña cisterna. Se trata de antiguos refugios para el rebaño que hoy se han convertido, después de restaurado, en cobijo de cazadores.
Seguimos subiendo hasta llegar a un pequeño collado, estamos en la cima de “es Puig de Boixos”. Desde aquí divisamos la ciudad de Palma y toda su bahía, alcanzando hasta el cabo “Regana”; tierra a dentro divisamos la “serra de Galdent” y el macizo de Randa. Justo debajo, a nuestros pies, las casas de “son Pacs” y el olivar que las envuelve.
Aquí finaliza la primera ascensión que nos sitúa a 626m de altitud y hace hora y quince minutos que salimos de “s´Estret”. Ahora el camino desciende para situarnos sobre los 550 m, que es la altura media de la Mola y que ahora vamos a recorrer. A partir de la bajada de “es puig des Boixos”, comienza la mola de “son Pacs” y que va desde aquí hasta los pies de es “penyal Vermell” caminando por terreno llano durante dos kilómetros aproximadamente.
La pista por la que andamos confluye con otra pista asfaltada que desde las casas de “son Pacs” llega a “ses Cases des Bosc”, a donde nos dirigimos, al llear a la pista asfaltada la tomamos a la derecha.
Se trata de una antigua edificación de montaña con sus casas rectangulares y un corral en la parte trasera. Junto a las casas hay tres grandes encinas que dan sombra a unos bancos de piedra y un aljibe semidescubierto que sirve de abrevadero para el ganado.
Al llegar a las casas que nos caen a nuestra izquierda, encontramos una apertura en la pared con unas barreras metálicas, que dan paso al camino que ya sin asfalto continua dirección oeste.
Se debe continuar por el camino que una vez cruzada la barrera, se tiene delante y que pronto confluye con otro que sale a la izquierda junto a un gran horno de cal. El camino por el que vemos da la vuelta a la mola finalizando de nuevo en las casas que hemos dejado atrás. Se debe seguir por el camino que sigue por la derecha y que es mas estrecho. El bosque por el que discurre el camino, está muy bien cuidado, libre de maleza y con una gran cantidad de pequeñas construcciones de las actividades antiguas del carbón y el ganado, podemos ver cabañas de “carboners” restauradas, con sus hornos de pan, junto a los “rotllos de sitja” que continuamente se encuentran a izquierda y derecha del camino.
A unos quinientos metros nos encontramos otro cruce de caminos, a la derecha conduce a es “coll de sant Jordi”, a la izquierda por el “coll de ses Bassetes” a la villa de Esporlas. El camino del GR221.
Se debe seguir recto para completar esta excursión, que ahora se encamina a la “mola de son Ferrandell”.
A doscientos metros de este cruce, existe otro aljibe cubierto y abovedado con canales de teja en los laterales para poder recoger el agua de lluvia, en un lateral hay una apertura para que abreve el ganado, al otro lado un pozo con cubo para poder extraer agua. Junto al aljibe existe una edificación de montaña, también abovedada donde puede refugiarse el ganado en caso de lluvia, todo ello restaurado.
En el siguiente tramo hay que ir con especial atención a no perder el camino. A partir de aquí, el camino se estrecha considerablemente hasta llegar a desaparecer.
Primero y por el camino todavía visible, llegamos un “rotllo de sitja” que debemos cruzar y seguir por el mismo al otro lado, se va adentrando en un bosque de pequeñas encinas ascendiendo entre tierra y rocas. Llegamos a un punto que andamos sobre rocas y es donde el camino lo tenemos que intuir, pasando entre árboles y peñascos, no hay hitos que nos lo indiquen, lo mejor es levantar la vista y ver algún indicio del camino, sitios mas marcados o alguna mata cortada para dar paso. Ascendemos rápido y nos situamos en la cota 700m, cerca de cima de la “mola de son Farrandell” situada a 726m snm.
Desde esta altura se divisa la zona norte del municipio de Valldemossa, a la derecha la comuna, “son Moragues” y Vistamar”, delante, “son Farrandell” y la urbanización de George Sand”.
A la derecha cerca del acantilado volvemos a encontrar el camino que ahora desciende con gran inclinación para situarse sobre una estrecha cornisa “cingle”, poblada por madroños y encinas que conduce hasta “sa font de s´Almangra”. Para encontrarla debemos fijarnos en unos desprendimientos que encontraremos a la derecha del estrecho camino, y que adentrándonos en él nos conduce en cinco pasos a una cavidad, si penetramos en la misma, agachando la cabeza, no es muy alta, llegamos al fondo de la misma, que debe tener unos 5 o 6 metros de profundidad, donde en el suelo, sobre la roca hay un gran charco de agua cristalina, que se surte del constante goteo del techo de la cavidad. Esta fuente mantiene agua durante todo el año.
Se sigue por el camino que poco a poco va alejándose de la cornisa sobre los acantilados de “son Ferrandell”,y que nos conduce a un “coll de torts”, siguiendo un pequeño sendero de cazadores llegamos a un “rotllo de sitja” donde veremos un camino que se introduce en un joven encinar hasta llegar a una pared seca, ahora el camino va paralelo a la pared hasta un pequeño desfiladero que en bajada atraviesa la pared y sigue en inclinado descenso, "es Pas de Benigne Palos", hemos enlazado con el GR221, que siguiéndolo nos acercará hasta “es coll de sant Jordi”.
El camino va por un encinar muy frondoso y con fuerte inclinación hasta topar con una pared seca que ya no se dejará hasta llegar a una barrera metálica con pestillo que nos cae a nuestra derecha, estamos en “es coll de sant Jordi”. De seguir recto, el camino nos conducirá a Valldemossa por la comuna, en esta ocasión debemos cruzar la barrera para descender hacía “son Brondo” y “s´Estret”.
Cruzada la barrera, a la izquierda sale un camino bien definido que primero subiendo y descendiendo después, acaba en una pista forestal que conduce a nuestro siguiente objetivo. Pero a la derecha, sale otro menos definido entre la maleza, que a medida que vamos descendiendo se va configurando, se trata del antiguo camino que conducía hasta aquí, un viejo camino de “carboners”, que se ve claramente por la cantidad de “rotllos de sitges” que vamos encontrando.
Rápidamente enlazamos con el final de la pista forestal. Estamos situados en el fondo del valle, bonito lugar rodeado de montañas, la “mola de son Pacs” a la derecha y la comuna de Valldemossa a la izquierda y a nuestras espaldas, el collado que hemos dejado atrás. Grandes encinas milenarias dominan el lugar y unos grandes chopos nos indican el torrente que desciende pegado a la pista forestal.
Ahora caminamos por una cómoda pista hacía unos grandes plateros, de los que vemos las copas que sobresalen por encima del encinar.
A los pies de estos se ubica “sa font d´es Obits”.
Se trata de una escultural fuente, hundida en la pared de un acantilado, abovedada con pared de piedra y con una gran escultura en el centro ocultando la mina por donde surge el agua y vertiéndola en una piqueta tallada en piedra a los pies de la escultura. Está en claro abandono, si bien no presenta ningún síntoma de posible derrumbe, pero para acercarse a su bóveda debemos salvar un gran barrizal, agua y hojarasca, que dificultan la aproximación al que no quiera enfangarse.
Hace cuatro horas desde el inicio, estamos situados a 350 m de altura, y hace tan solo tres cuartos de hora que estábamos en la cota de 700m en la “mola de son Ferrandell”.
La pista sale del bosque para entrar en un olivar hasta llegar a unas barreras metálicas que debemos salvar por un lateral pasando por debajo de la rejilla, puesto que las barreras están cerradas con cadena y candado, y tienen tres metros de altura.
Ahora el camino nos conduce a las casas de “son Brondo”, con una gran pared de piedras a la derecha y el torrente a la izquierda. El camino está abovedado por grandiosas encinas hasta llegar a las casas.
Al llegar a las casas el camino gira a la derecha pasando por debajo de un arco, justo debajo del arco hay una gran piqueta de agua que servia para abrevar los animales de tiro.
Estamos a un cuarto de hora escaso de donde se ha dejado el vehiculo. A partir de aquí se camina sobre asfalto, por un camino de carro con pared a cada lado del camino pudiendo contemplar el cuidado huerto, que en esta época del año se viste de color, donde el blanco de las flores contrastan con el verde exultante del campo, todo un espectáculo.
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